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miércoles, 10 de agosto de 2011

1. PROPUESTA DE PLAN DE ESTUDIOS


Carrera de Licenciatura en Economía
Universidad Nacional de La Plata

Objeto de la Propuesta

En estas notas se presenta un esquema preliminar para la discusión del Plan de Estudios para la Licenciatura en Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata. Tienen su origen en las discusiones que se están llevando adelante entre estudiantes, graduados y docentes de la Facultad en el marco de las “Cátedras Nacionales y Populares”.
Quienes formamos parte de las Cátedras vemos con preocupación el proyecto del Departamento de Economía debido al falso eje de discusión que se está planteando desde su presentación.
El proyecto del Departamento tiene como objetivo formalizar un perfil de carrera en la cual las visiones heterodoxas han sido prácticamente eliminadas de la currícula. Por supuesto que el punto de partida no es halagüeño para los que pretendemos una formación diferente, más amplia y comprensiva, a la ortodoxa en la Universidad Pública.
El Departamento de Economía pretende:
·                     Una formación a-histórica y a-social: en este proyecto del Departamento se avanza con el vaciamiento de los contenidos de historia y con los vinculados a una visión de la economía como ciencia social. Se elimina el componente “social” de las dos materias de Historia (Historia Económica y Social Argentina y Latinoamericana y General), reemplazándose por una materia obligatoria denominada Historia Económica, permitiendo una opcional de Historia en otra facultad. Además. Se elimina Sociología (Introducción a las Ciencias Sociales y al Conocimiento Científico) y en su lugar se la reemplaza por Metodología de las Ciencias (a secas). Si bien esto es coherente con el “imperialismo económico” vehiculizado por el “Homo œconomicus” y su hipótesis de “elección racional” cara a la teoría neoclásica, deja sin bases para la comprensión y aprendizaje de teorías alternativas a la misma que conciben a los fenómenos económicos como enraizados en la totalidad de los fenómenos sociales.
·                     Una formación metodológicamente individualista y estática: el proyecto del Departamento se encuentra estructurado en una visión microeconómica del comportamiento de los agentes económicos (productores, consumidores). Las firmas son fugazmente analizadas como un conjunto de contratos sin considerar que las mismas son centros de acumulación, que se organizan en forma jerárquica y cuentan con estrategias, capacidades y rutinas.
Este sesgo impide tener en cuenta leyes básicas de la economía política clásica cuyos desarrollos encontramos en autores como Smith, Ricardo y Marx. Sus aportes que son incluidos dentro de una materia opcional (Historia del Pensamiento Económico). El olvido de los economistas clásicos conduce a una visión estática y en equilibrio de la economía, que sólo aborda metodológicamente lo que Schumpeter denominaba la economía del “flujo circular”, sin considerar el “desarrollo” como característica intrínseca de la economía.
Tampoco se presta atención a cuestiones cruciales para una economía subdesarrollada -la difusión lenta y desigual del progreso técnico, la dinámica centro-periferia, las explicaciones sobre la tendencia de los términos de intercambio, la heterogeneidad estructural, etc-.
De esta manera se llega a una formación a-histórica, sin relaciones sociales, estática, en equilibrio y totalmente desvinculada de las especificidades estructurales de nuestra economía. 
·                     Una sumatoria de herramientas pretendidamente “neutras”: se concibe a la formación del economista como una sumatoria de herramientas y de modelos descontextuados de toda problemática económica. La economía (a secas) se limitaría a la enseñanza de un lenguaje “neutro” que todo economista debe dominar. Se trata de herramientas que lejos de ser neutras y estar desprovistas de todo contenido ideológico parten de una visión particular de la economía, aquella que presupone a los mercados como utopía a alcanzar a partir de la política económica. La experiencia reciente en nuestro país ha dado sobrada experiencia de su carácter “no neutral”. Esto no implica que el herramental técnico (matemático, estadístico, etc.) no sea algo que no debamos valorar y promover, pero siempre como un elemento más dentro de un conjunto mucho más amplio, nunca como un fin en sí mismo, nunca como la realidad en su expresión sintetizada.
En síntesis, en el proyecto del Departamento de Economía se busca profundizar una formación supuestamente “neutral” (ahistórica, asocial, y estática) a partir de un esquema de materias optativas altamente peligroso para quien inicia su formación de grado en la universidad con muchos alumnos.
·                    Un alumno que “optimiza”. La visión neoclásica de quienes han elaborado el Plan llega al extremo de asimilar la compleja realidad de quien debe decidir sus cursos optativos a la de un agente racional que decide aquellas materias que más le aporten (“optimicen”) su formación. Las materias optativas constituyen un mecanismo adecuado en ciertas formaciones de postgrado o doctorales en las cuales, dado el bajo número de alumnos, es posible asignar a cada estudiante un  tutor dedicado al seguimiento y orientación del alumno. Este no es el caso.
Esta concepción de elección de una carrera universitaria como un menú, permitiría, por ejemplo, que un estudiante de economía se gradúe sin conocimientos sobre crecimiento ni finanzas internacionales. Difícilmente pueda ser aceptado en una carrera de postgrado que analice seriamente los certificados analíticos de los alumnos.
Es importante destacar que no debe caerse en los falsos debates (ortodoxia vs pluralismo). La visión de economía y la metodología de la enseñanza plasmada en el proyecto del Departamento la consideramos inapropiada, para un profesional en economía y creemos que es la respuesta que da el Departamento a este falso debate entre “ortodoxia” y “pluralismo” que ha primado muchas veces en discusiones entre el Departamento y quienes pretendemos una visión más abierta a otras corrientes económicas.
Desde el Departamento de Economía se reconoce que sería loable avanzar en un mayor pluralismo, pero argumentan que dadas las restricciones presupuestarias (y supuestamente de docentes preparados en visiones alternativas) la falta de pluralismo es un “mal menor” que habría que aceptar porque es mejor contar con una formación coherente de tipo neoclásico que una heterodoxia sin profundidad. Así, quedamos entrampados ante la falsa opción entre “excelencia” neoclásica o “mediocridad” pluralista. A ello se suma que muchas veces desde los sectores críticos no contamos con una clara orientación de qué perfil de profesional de Ciencias Económicas  pretendemos,  planteándose expresiones de deseo (profesional crítico, con compromiso social, etc.) desvinculadas de toda referencia al período histórico y al proyecto de Nación en el que se inserta.
Tampoco consideramos que sea una solución a estas falencias incorporar una materia de “Economía laboral”, si pretende introducir “lo laboral” por medio de interpretaciones metodológicamente individualistas del mercado de trabajo que no prestan atención a su rol central en  la estructuración de las relaciones sociales en una economía capitalista. Relaciones en las que las instituciones laborales específicas a cada sociedad resultan de la lucha de clases, de los acuerdos y su institucionalización desde el Estado mediante la Política. Atajos de este tipo son peligrosos, tal como caer en la trampa de las definiciones liberales de “inclusión social” (por ejemplo, la del premio nobel Amartya Sen según la cual un agente está incluido si cuenta con las capacidades para “elegir” la vida que desee). Estos matices y falsos debates llevan a una nueva trampa del liberalismo que detrás de la “libre elección” y su reciente preocupación por los pobres, no hace más que vaciar lo poco que tenía el plan de contenido de economía como una ciencia social.

Un nuevo contexto histórico, nuevos desafíos para los economistas:
Partimos de la concepción que no es cierto que el único marco teórico coherente sea el de la escuela neoclásica. Existe una rica tradición de economía política que ha tenido un gran desempeño en América Latina, que recoge los legados de los enfoques keynesianos y poskeynesianos, de la teoría schumpeteriana del desarrollo, del institucionalismo, de Marx. Este cuerpo teórico surge a fines de los años 50´ como consecuencia del escepticismo reinante entre los economistas latinoamericanos como Prebisch, Hirschman, Furtado, Pinto, Varsavsky, Sabato y otros, frente a la incapacidad de las corrientes neoclásicas para explicar los condicionantes estructurales y establecer políticas de desarrollo.
Esta vertiente que denominaremos Teoría Estructural del Desarrollo (TED), presta atención a las especificidades de las estructuras económicas de los países de la región, y se encuentra en estos momentos en un período de fuerte florecimiento y ha despertado el interés no solo de autores heterodoxos sino de neoclásicos escépticos ante las fallas de la Teoría Económica Standard (TES) neoclásica.
La TED parte de un enfoque histórico e incorpora los aportes de la economía política clásica desde sus escritos originales. En particular, se preguntan como son los procesos de industrialización en los países periféricos, a partir de autores como Smith, Marx, Schumpeter y List que tienen en cuenta los procesos de producción y no al intercambio como fuente de generación del valor. En los últimos años se ha nutrido de los modernos enfoques evolucionistas para explicar la micro-dinámica del cambio estructural, porque no todos los sectores tienen igual potencial de desarrollo. Existen luego grandes avances en la construcción de una visión del desarrollo que relacione los condicionantes estructurales al crecimiento y los microfundamentos del cambio tecnológico. También se produjeron avances en la comprensión del rol jugado por las instituciones, ya no como trabas al buen funcionamiento del mercado, sino como elementos de cohesión necesarios para los procesos de desarrollo. 
Varios economistas argentinos reconocidos han participado en estas discusiones y muchos de sus tesistas y alumnos están definiendo una nueva agenda de discusión de economía que trasciende a las academias neoclásicas (AAEP), desde nuevos espacios de discusión nacionales (como Plan Fenix, AEDA, entre otros) e internacionales (GLOBELICS, PKE, internacional Shumpeter Society).
La Argentina es un terreno propicio para el desarrollo de esta nueva visión del desarrollo inclusivo, dada la experiencia reciente de reindustrialización que exige de un conjunto de teorías que se centren en el análisis de los condicionantes estructurales al desarrollo. Se ha demostrado que es posible crecer sistemáticamente bajo el impulso de la demanda agregada, la ampliación de los derechos de los trabajadores y no respetando los “precios correctos” del mercado. Sin embargo, persisten problemas de difícil solución - la especialización en sectores exportadores de commodities y las persistentes  brechas tecnológicas externas e internas que ello produce, las amplias brechas sociales que excluyen aún a bastos sectores de la población del desarrollo - que requieren pensar con “cabeza propia” recuperando la senda de los pioneros del pensamiento latinoamericano del desarrollo.
La necesidad de una visión centrada en la problemática concreta de los procesos de desarrollo en economías periféricas resulta prioritaria. Diversos interrogantes aparecen en medios periodísticos ante los cuales el enfoque neoclásico no puede responder sobre una base teórica consistente: si la reversión de la tendencia a la caída de los términos de intercambio de materias primas es un fenómeno permanente o transitorio, si la especialización según las ventajas comparativas es consistente con el crecimiento sustentable, si la inflación responde simplemente a causas monetarias o existen mecanismos de formación de precios y de ajustes salariales que determinan un componente inercial, etc. Estos interrogantes son síntoma de una nueva realidad a la cual la Universidad Pública debe responder, adecuándose a los tiempos que corren, que ya no son más aquellos que presuponen que la desregulación y privatización constituyen el camino para alcanzar el máximo bienestar. 

2 comentarios:

  1. Andá a estudiar vago. ¿O qué pasa, no aprobaste Análisis y no sabes derivar?.

    VAGO!!

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  2. CREO QUE SERIA BUENO DISCUTIR EN OTROS TERMINOS, MAS ALLA DE LA CHICANA, A VER SI NOS PONEMOS DE ACUERDO:
    "Professor [Max] Planck, of Berlin, the famous originator of the Quantum Theory, once remarked to me that in early life he had thought of studying economics, but had found it too difficult! Professor Planck could easily master the whole corpus of mathematical economics in a few days. He did not mean that! But the amalgam of logic and intuition and the wide knowledge of facts, most of which are not precise, which is required for economic interpretation in its highest form is, quite truly, overwhelmingly difficult for those whose gift mainly consists in the power to imagine and pursue to their furthest points the implications and prior conditions of comparatively simple facts which are known with a high degree of precision.
    — John Maynard Keynes

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